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Luis María Mariano

La Idea Moral de Leandro Alem

La Idea Moral de Leandro Alem

Nos enseña Além que la idea moral, "es la única capaz de regular la vida de las sociedades”.

“Nuestra moral en todas las esferas de la vida debe servir de escuela y de fuente de inspiración a todos los demás pueblos” porque “yo prefiero, creyéndolo más digno de una sociedad como de un individuo, vivir con menos lujo y con menos pompa, siempre que me dirija yo mismo”. “Prefiero una vida modesta, autónoma, a una vida esplendorosa pero sometida a tutelaje”.

Este sustento doctrinario es la guía para que la sociedad argentina, pueda construir su propio Estado “a su imagen y semejanza”.

Aquí están reunidos, los dos principios que Alem le dejó al Radicalismo del pasado y esencialmente al actual. Por un lado la concepción moral y ética de la política –causa de la emancipación humana y social- y por el otro, la defensa de la autonomía, partiendo de la individualidad y terminando en la colectividad, insertada en el marco de un Estado democrático.

2 comentarios

Luis Mariano -

Gracias Nicolás por tu comentario. Compartimos la idea de democracia como auto-gobierno colectivo, utilizada para corregir su imperfección. Pero para concretarla, es necesario contar con partidos políticos que sean el vehículo comunicante -ida y vuelta-, entre la sociedad y el Estado. Concebir una democracia (como la actual) con partidos políticos debilitados, implica una comunicación unidireccional desde el Estado a la sociedad, utilizando a los medios masivos de comunicación. En otras palabras, surge el populismo como mecanismo que desvirtúa valorativamente a la democracia. Mas allá que, los actuales partidos, no cumplen con el rol de oposición, que es el controlar la gestión gubernativa y a su vez contienen, a hombes seudos políticos, preocupados por su permanencia en el poder, en vez de preocuparse en resolver por los problemas de la gente.

Nicolàs Crabota -

Conforme Black en Amèrica latina y màs en nuestro país, se vuelve hoy indispensable apelar a la idea de democracia como auto-gobierno colectivo para corregir la alarmante inperfección de las que se auto titulan sus manifestaciones concretas. Pero esto no equivale a embarcarse en un voluntarismo utòpico si no que se trata de recuperar esa perdida visión de la democracia como gobierno del pueblo ya que como sostenía Schumpeter era necesario así hacrlo para protegerla de las hacechanzas del populismo como para fomentar un activo debate público acerca del alcance y de los límites del gobierno de los políticos, no digo que eso sea liquidar el gobierno de los políticos, sino acotarlo, controlarlo, y darle mayor legitimidad sustantiva que la que posee siguieno a M. Hunger cuando las guerras escasean y los colapsos económicos se vuelven administrables todos los contemporáneos tenemos que aprender a cambiar sin arruinarnos.
Por eso hoy es más que nunca el momento de los Partidos del Cambio, no del Orden ni la Permanencia.