Demonios
Lo que a continuación escribo, puede ser considerado como políticamente incorrecto. Pero bueno es, expresar lo que se piensa con otra mirada respecto a la interpretación de hechos pasados y sin mandato de superiores a los que se debe tributar.
La Teoría de los dos Demonios, supone que en tiempo anterior al año 1976 y luego durante la última dictadura militar, se dio un contexto de violencia generado por dos extremos (demonios), la guerrilla por un lado y las Fuerzas Armadas por el otro. Va de suyo, que la población civil no formó parte de ninguno de estos grupos y sin embargo, resultó ser la víctima de los enfrentamientos que perdura hasta la actualidad.
Pienso que peca por simplista esta tesis política, pero no hay que desconocer que les fue útil tanto a los militares, a los ideólogos de derecha y también a los formadores de opinión, para justificar el accionar de la dictadura militar argentina.
Los soldados, no eligieron la causa por las cuales actuaban y sin embargo estuvieron ahí, a las órdenes de un superior jerárquico que la determinó y que sabía de los intereses inconfesables que defendía.
La dirigencia política peronista que gobernó hasta el 23 de marzo de 1976, estaba en conocimiento pleno de los brotes de violencia que les quemaban las pestañas y sin embargo, tomó partido por uno de los demonios. A pesar de su origen democrático, ese gobierno, nunca pensó republicanamente en encausar el país dentro de los mecanismos naturales de la justicia, solo atinó a facultar a las fuerzas armadas hasta que las mismas, obtuvieran el aniquilamiento de la guerrilla subversiva.
Por el otro lado y también peronistas asociados a otros sectores de la izquierda argentina, se armaron hasta los dientes para salvar a la patria de la derecha que gobernaba. Constituyeron otro demonio. El teatro de operaciones por supuesto fue el territorio argentino y en el escenario, se exhibieron los cadáveres de muchos inocentes.
Pero no estaríamos diciendo toda la verdad, si no reconociéramos que hubieron otros demonios que no por silenciosos y esperando que el tiempo borre todo, colaboraron para que las fuerzas armadas tomaran el poder. La plana mayor del sindicalismo argentino que estructural e históricamente respondió al peronismo, fue uno de ellos. Se encontraba para ese entonces, medularmente armada y no tuvo reparos en pactar con los altos mandos del ejercito, para derrocar a un endeble gobierno de su mismo tinte político. También participó la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina entre otros sectores que abiertamente ayudaron a los militares para que cumplan con sus designios. Recuperada la democracia y que en la Argentina se hizo justicia respecto a esa luctuosa etapa de violencia, fue también un gobierno peronista el que indultó a los genocidas.
Bienvenido el homenaje a los soldados. Homenaje que debe asimilarse a los que se le hacen a los trabajadores periódicamente claro que, con prescindencia de la conducta de muchos dirigentes gremiales y de dirigentes políticos peronistas, que omiten en sus palabras, la oscura historia antidemocrática que poseen.
No hay que confundir justicia con venganza y de una vez por todas, caminemos juntos hacia la reconciliación definitiva de los argentinos, con un sentido de ubicación y con actitud enaltecedora de la libertad, la igualdad y la justicia, basado en la verdad y la ética social.
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