Confundir para no hacerse cargo
Desde este año, el 24 de marzo es feriado nacional inamovible. La iniciativa de la ley, fue del propio presidente Kirchner que se involucró directamente en las gestiones con los legisladores para su aprobación. Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos, habían planteado su resistencia porque consideraban que "feriado" es sinónimo de día festivo y en cuando al golpe militar, hay que recordarlo con "dolor, reflexión y lucha".El presidente en su proyecto, no distinguió entre la significación que representa un día feriado, con los días de conmemoración. En la acepción popular la palabra feriado proviene de fiesta y tiene realmente una connotación de festejo. Por el contrario, a la fecha en que la dictadura militar se instaló en el gobierno aquel 24 de marzo de 1976, hay conmemorarla como un día que nos convoque a pensar, que ningún hecho de la realidad, se genera espontáneamente. Sino mejor, que todo hecho político es precisamente la consecuencia de deliberadas acciones anteriores que determinaron la inevitable llegada del golpe de estado.La fecha a consignar con júbilo y festividad, debió ser necesariamente el 10 de diciembre de 1983, día que se produjo el retorno argentino a la democracia. En esa oportunidad, la sociedad se inclinó para ser gobernada por el partido radical, impedimento real y actual de este presidente peronista, para festejar. Pero no es esto, lo de mayor importancia que pretendemos significar en esta nota.Recordemos que para fines del año 1975, el país estaba condicionado con una alta tasa de inflación, una desconcertación y crisis económica mas las conspiraciones militares para derrocar a la presidente María Estela Martínez de Perón (Isabelita). Para esa época, ya más de quinientas personas, habían sido asesinadas por razones políticas.Nunca en términos numéricos, la subversión argentina fue una amenaza vital contra el ejército ni de las instituciones democráticas, más allá de la sensación que existía en la sociedad presentándose de tal modo, que parecía que tambaleaban las instituciones y era necesaria la utilización de la fuerza de la represión, para neutralizarla o aniquilarla.Con fecha del 5 de febrero de 1975 suscribió María Estela Martínez vda. de Perón, el Decreto N° 261 que autorizaba al Ejército a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán. Dentro de esa determinación política, afirmó la propia Isabel en su discurso del 1 de Mayo de 1975 "Yo los llevaré a la felicidad, y a los que se opongan les daré con el látigo, se me acabó la paciencia y la comprensión". El 6 de octubre del mismo año, por otro decreto presidencial, se extendió esas aberrantes facultades concedidas al ejército, a todo el territorio nacional. Aquellos nefastos decretos, expresaban el inicio "legal" del exterminio de toda una generación de militantes sociales y la liquidación física, de todos los llevaban alguna idea de cambio social.Pero realmente, la actividad había sido iniciada antes bajo la dirección de José López Rega que era el titular del Ministerio de Bienestar Social y máximo asesor presidencial de "Isabelita". López Rega era también el jefe de la "Triple A", una organización semiencubierta que implementó una feroz guerra sucia de secuestros, torturas, desapariciones con internamiento en las unidades militares.Desde esa actitud política de aquél gobierno democrático, comenzó la cuenta regresiva de un nuevo golpe de estado militar, para los argentinos.Las vías de hecho no eran necesarias, ni tampoco válido democráticamente hablando, que el presidente elegido por voluntad popular, delegara funciones en las Fuerzas Armadas que son propias de una república y no son otras que es la de proveer a la seguridad de los ciudadanos con las herramientas y el mecanismo de desenvolvimiento de la justicia. Evitando de ese modo, la toma de mayor poder por parte de las Fuerzas Armadas que fueron el brazo ejecutor de un plan económico social perjudicial para el conjunto de los argentinos y que para sostenerlo, produjo la matanza de miles de personas y desaparecidos.Nadie de este gobierno puede con esta ley presentanse ante la sociedad, como virginizados en política de derechos humanos.
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