Mahatma Gandhi (1869-1948)
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 26 de octubre de 1869 en la India, particulamente en un sitio donde los gobernantes tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. En su formación espiritual, sentía un ilimitado amor por sus padres. Fue un adolescente silencioso, retraído y nada brillante en los estudios. Pasó sin llamar la atención por las escuelas. En Londres, cursó abogacía y comenzó a frecuentar a los teósofos, quienes lo iniciaron en la lectura del primer clásico indio, el Bhagavad Gita, al que llegaría a considerar "el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad". También, entró en contacto con las enseñanzas de la ética cristiana. De esa época, son sus intentos de sintetizar los preceptos del budismo, el cristianismo, el islamismo y su religión natal, a través de lo que señaló como el principio unificador de todos ellos: la idea de renunciación. Leyó a Tolstói, en quien encontró el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no-violencia. Regresó a la India con el título de abogado. Enviado como asesor legal por una firma india a Suráfrica, se encontró con que era tratado como miembro de una raza inferior. Horrorizado por la negación generalizada de las libertades civiles y de los derechos políticos de los inmigrantes indios, se involucró en la defensa de los derechos fundamentales de sus compatriotas. Permaneció en Suráfrica 20 años y estuvo en prisión en numerosas ocasiones pero permanentemente propagando la política de resistencia pasiva y de no cooperación con las autoridades surafricanas. De regreso a la India, Gandhi se convirtió pronto en el máximo exponente de la lucha por el autogobierno, iniciando un movimiento de resistencia pasiva contra Gran Bretaña. El movimiento era significativo, dada la explotación de los campesinos indios por los industriales británicos que originó pobreza y la destrucción de la industria India. Gandhi propuso el renacimiento de las industrias artesanales, tales como el hilado manual. El Parlamento inglés reaccionó otorgándoles a las autoridades coloniales británicas, poderes para hacer frente a las actividades subversivas. El resultado fue que el movimiento gandhiano se extendiera por toda la India, ganando millones de adeptos en pos de obtener el swaraj (en sánscrito, "autogobierno") implicando un boicoteo completo a los productos británicos. Gandhi se convirtió en símbolo internacional de una India libre. Llevaba la vida espiritual y ascética de un predicador, con ayuno y meditación. Rehusó cualquier posesión terrenal, vestía como las clases más bajas (con un mantón y un taparrabos) y comía vegetales, zumos de fruta y leche de cabra. Los indios le veneraban como a un santo y le comenzaron a llamar Mahatma (en sánscrito, "alma grande"), título reservado para los más grandes sabios. Gandhi consideraba que de la práctica de la no violencia, Gran Bretaña llegaría a considerar la inutilidad de la opresión y abandonaría su país. Su accionar implicó que los indios que ocupaban cargos públicos dimitieran, los organismos gubernamentales y los tribunales de justicia fueran boicoteados y los niños abandonaron las escuelas públicas. Por toda la India las calles de las ciudades fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaban a levantarse incluso a pesar de ser golpeados por la policía. Gandhi fue arrestado un sinnúmero de veces pero las autoridades británicas se vieron forzadas a dejarle pronto en libertad. Dentro de muchas acciones no violentas y ayunos para obtener la independencia de la India de Gran Bretania, sin que se dividieran en dos Estados, por un lado la India y por el otro Pakistán, al final aceptó la separación con la esperanza de que se alcanzaría la paz interna. India y Pakistán se convirtieron en dos estados independientes una vez que Gran Bretaña concedió la independencia a la India en 1947. Durante las revueltas que siguieron a la división del país, Gandhi suplicó a hindúes y musulmanes que convivieran pacíficamente. Los disturbios afectaron a varias ciudades de la India. El 30 de enero y después de terminado el ayuno por la paz, fue asesinado por un miembro de un grupo extremista hindú, mientras se dirigía a su habitual rezo de la tarde. La muerte de Gandhi afectó a la comunidad internacional en su conjunto y sus enseñanzas inspiran a todos los movimientos pacifistas en el mundo, siempre como ineludible referente de lucha no violenta contra las injusticias evidentes.
De su pensamiento rescatamos:
De mi ignorante pero sabia madre aprendí que los derechos que pueden merecerse y conservarse proceden del deber bien cumplido. De tal modo que sólo somos acreedores del derecho a la vida cuando cumplimos el deber de ciudadanos del mundo. Con esta declaración fundamental, quizás sea fácil definir los deberes del Hombre y de la Mujer y relacionar todos los derechos con algún deber correspondiente que ha de cumplirse primero. Todo otro derecho sólo será una usurpación por la que no merecerá la pena luchar.
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