Reportaje publicado La Campaña 23/02/2008
								
				
				Mariano sostiene que el problema del radicalismo es la crisis dirigencial
El ex concejal Luis Mariano, hombre de la Unión Cívica Radical, sostiene que la decisión de Roberto Lavagna de unirse nuevamente al kirchnerismo, abandonando la alianza con la UCR, "no agrega ni quita absolutamente nada a la crisis que sufre el radicalismo", y ratificó que a su juicio el problema es que atraviesan "una fuerte crisis dirigencial".
Mariano, hombre de reconocido compromiso con su partido, fue entrevistado por Radio del Centro, y tomó distancia de aquellos que acentúan los cuestionamientos sobre quienes avalaron la candidatura de Lavagna. Por otro lado valora el llamado a asamblea realizado por las autoridades del Comité local.
-¿Qué           opina de lo que ocurrió con Lavagna?
           -Era algo previsible. Fue una           alianza netamente electoral entre el radicalismo y una persona que           nunca renegó de su origen peronista, y siempre continuó en ese           sector político.
La alianza que se hizo tuvo serio cuestionamiento, cosa que está documentada, pero de alguna manera se aceptó porque lo decidió la Convención del Partido.
Era previsible que se frustrara esta alianza en el tiempo. Cuando el campo político le fue favorable para volver a sus orígenes, Lavagna retornó al peronismo.
Esto no agrega ni quita absolutamente nada a la crisis que sufre el radicalismo. Si pretendemos disimular la crisis con el hecho de que Lavagna haya continuado su actividad en el justicialismo, nos estamos engañando.
-¿Esto           sería un síntoma más?
           -Efectivamente, pero no           podemos hacer hincapié en que la crisis tiene origen en la alianza           con Lavagna o en la despedida abrupta del ex ministro.
El radicalismo sufre una fuerte crisis dirigencial. A nuestro criterio los dirigentes se han visto desorientados por los acontecimientos políticos recientes.
Un efecto muy importante lo tuvo el gobierno anterior, la Alianza con De la Rúa. Esto ha desorientado y se ha perdido el respeto a la institucionalidad, por parte de los dirigentes radicales.
-Hablando           de respeto a la institucionalidad, ¿cómo recibió el comentario de           Luis Blanco, presidente del partido, que admitió que en las           elecciones anteriores asumió una actitud "independiente"?                      
           -Para nosotros no es           novedoso, porque en el momento de estar en el campo, peleando voto a           voto, para que la gente adhiriera a los candidatos del radicalismo, el           presidente del partido adoptó una posición distante.
No es novedoso, y creo que es positivo que lo haya exteriorizado, y que admita que se mantuvo "independiente".
-Que           el presidente del partido se mantenga "independiente" no es           un dato menor...
           -Tampoco nos tenemos que           alejar de toda la crisis que tenemos y describimos.
La desorientación pasa porque el radicalismo sufre una crisis muy seria, y esto hace que los dirigentes hayan tomado diferentes caminos.
Otra vez lo que debe embanderar al radicalismo es su filosofía de vida, respeto a la institucionalidad, el rol que debe cumplir en la sociedad, que hoy por hoy es el de la oposición, y no lo está haciendo.
Todas estas cosas           harían que el radicalismo tomara vigor.
           Hacer hincapié en los errores cometidos por cada uno, no aporta nada           a la hora de salir de la crisis.                      
-¿Qué           opina de la asamblea que se va a hacer en marzo?                      
           -Realmente es muy auspiciosa.           La crisis que vive el radicalismo es propia de los dirigentes que           componemos el partido.
Abrir el juego a todos los sectores internos, para que de alguna manera podamos opinar sobre cómo se revierte esta situación es muy importante, auspicioso, y estaremos ahí dando nuestra visión, la opinión sobre la forma en que entendemos se puede reestructurar la situación.
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