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Luis María Mariano

Son incendiarios y se muestran como bomberos

Son incendiarios y se muestran como bomberos

Escuchar a los dirigentes peronistas, en acalorados discursos, contrarios a la cruel dictadura militar instalada el 24 de marzo de 1976, nos hace reflexionar que no vivimos en el país de la seriedad. Mas vale, en el de la mentira, del engaño y la hipocresía. Valores estos, altamente negativos para la construcción de una sociedad política democrática.

Desde el mayo del 1973 hasta marzo de 1976, gobernó nuestro país el partido peronista producto de elecciones libres. En un primer momento, lo hizo como presidente el propio General Perón y luego a su fallecimiento (1974), lo sucedió la vicepresidente (su mujer), María Estela Martínez de Perón.

Con una alta tasa de inflación e incapacidad gubernativa, para fines del año 1975 más de quinientas personas en el país, habían sido asesinadas por razones políticas. En el escenario del país existía para ese entonces, por un lado, un accionar de la guerrilla y desde dentro del gobierno "democrático", una organización denominada "Triple A" (Alianza Anticomunista Argentina). Esta organización era conducida por el Ministro de Bienestar Social José López Rega. Consejero y estrecho colaborador de la presidente.

Las funciones propias de la república -como la de proveer seguridad a los ciudadanos- fueron equivocadamente delegadas a las Fuerzas Armadas mediante un decreto presidencial, sin perjuicio que para ese entonces, se contaba con herramientas y desenvolvimiento de la justicia. Pero el gobierno, optó por los militares. Esa fecha determinó la cuenta regresiva de un nuevo golpe militar.

En términos numéricos, la guerrilla argentina nunca fue una amenaza vital contra el ejército ni contra las instituciones democráticas, más allá de la sensación que existía en la sociedad, por la cual, aparecía aquella de tal modo, que parecía que tambaleaban las instituciones y era necesaria la utilización de la fuerza de la represión, para neutralizarla o aniquilarla.

El grave error de haberle otorgado la toma de mayor poder a las Fuerzas Armadas, que luego fueron el brazo ejecutor de un plan económico social perjudicial para el conjunto de los argentinos, debe ser asumido por el actual partido gobernante. Como también que los muertos y desaparecidos, comienzan en el país antes del 24 de marzo de 1976. Chivilcoy, tributó con vecinos a esa negra parte de la historia argentina.

Si los 24 de marzo se conmemora el Día de la Memoria, preséntense como lo que son y de ninguna manera, como revirginizados políticos.

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